De la fiesta del 12 de octubre
(es probable que políticamente incorrecto)
Soy española.
Ni orgullo ni vergüenza en ello.
No hice méritos.
Ni concurso ni oposición -ni ninguna otra prueba de acceso-.
Me parieron aquí -difícil cualquier otra opción, una vez que mi abuelo decidió no firmar el permiso para que mi padre entonces menor de edad a los 20 pudiera conseguir un pasaporte con el que aceptar un contrato de trabajo en Alemania: "hijo, para trabajar no hace falta irse tan lejos"-.
En lo que se refiere al pasado de este país: Como en toda historia, en cualquier vida, mucho de todo: bueno, malo, original, interesante y sobre todo vulgar, anodino. Como mujer, además, tengo poco respeto a las tradiciones -pocas no nos marginan, casi ninguna nos incluye-.
En lo que se refiere a la esquilmación histórica de otros territorios: Juzgar desde hoy me parece injusto y petulante -además, desde aquí se sigue esquilmando-. (Aún así, desde mi lego análisis, no llevamos nada que no tuviéramos, que no sufriéramos. Yo no estaba, y mis ancestros eran tan pobres y sufrían la misma explotación que sufrieron allende los mares. )
Me avergüenzo, eso sí, del hoy de este país, pero también del de todo este mundo en el que vivo: Tanto saber almacenado para que la mediocridad campe recompensada a sus anchas.Tantos medios para estar más aislados muchas veces que lo que lo estaban antes. Tanta hermandad -organizada y de las otras- para que la crueldad triunfe, para que la solidaridad sea sólo un lema. Tanta tecnología para perder vida, tiempo, derechos. Tanto conocimiento para comprar a crédito motos que rechazaron nuestros abuelos.
Así que, -sigo entendiendo que para los seres humanos es importante la pertenencia a grupos- para quién lo celebre por aquí, feliz día de la fiesta nacional de España, y para quiénes -como mucha gente que conocí allí, y en buena proporción descendientes de indígenas de lo que se conoce como Iberoamérica- lo celebre hoy por ejemplo en EEUU para levantar la cabeza como diferente no inferior, feliz día de la Hispanidad.
Para quién no, al menos no hay que madrugar -quienes, no tantos, tenemos trabajo, y "regular", de los de respetar las fiestas-.
Para todas las personas que reconocen en el castellano, en el español su patria -la lengua, eso que nos construye, que construye nuestro pensamiento, nuestro espacio-, feliz día en común.
Y si se trata de celebrar el día de la raza -que me disculpen los muy animalistas por especista-, feliz día de la raza humana, que éste sea nuestro mejor día, nuestro mejor año, hasta el siguiente.