Dándole vueltas al
cabreo de volver a darle vueltas a lo que ya se consideraba asumido.
Dándole vueltas a eso
de que el feminismo era una antigualla siglo XX.
Dándole vueltas a eso
de que todos son iguales pero unos más iguales que otros.
Dándole vueltas a eso
de que todos somos iguales pero unos más iguales que otras.
Dándole vueltas a esa
ley contra la libertad sexual y reproductiva de las mujeres que ha
"parido" el gobierno Rajoy por boca/mano de Gallardón. Pensando que
no es contra el aborto -si fuera así lo hubieran declarado ilegal sin más- sino
contra las mujeres -no "sólo" contra nuestra libertad sexual, ni siquiera contra nuestra libertad, contra nosotras-, que sólo podremos "decidir" no ser útero
incubadora si lo aprueban médicos, jueces y otros técnicos -si lo deciden
otros, las normas de otros- o si nos han dañado físicamente -¿de nuevo nuestro
cuerpo como patrimonio de otros?-.
Dándole vueltas a que
puede que sí -sí, pero, R.A.G.- sea la biología y a que Freud tenía razón -más sí,
pero- pero al revés, la envidia existe, pero no es la del pene, es la
del útero que crea y la de ese -según dicen- gratuito para la reproducción
orgasmo femenino.
Dándole vueltas y
pensando que una parte de mí -esas pocas cosas que tengo claras y en las que
creo- preferiría que la ley prohibiera el aborto si lo consideran un crimen en
lugar de volvernos además de úteros incubadora menores incompetentes tuteladas.
Dándole vueltas. Para
acabar en algo ya viejo:
No me quieren
me temen
coño destino
los mismos que me
nombran virgen
coño origen.
(PS.- No me hagan caso,
señores, sólo soy una mujer, más o menos sinónimo de debilidad mental. Déjenme
dándole vueltas, burra en noria.)
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